ME, MYSELF AND I: La odisea belga

Como ya indiqué en un post anterior, este post lo escribiré en castellano para que Carlos pueda leerlo.

Ya ha comenzado mi aventura en la India, y en estos momentos me encuentro escribiendo estas líneas desde las oficinas de Mondragon en Delhi. Son muchas las experiencias que he vivido en estos dos días, por lo que he decidido separarlos en dos posts. En este primero relataré mi odisea belga.

Como ya expliqué anteriormente, mi intención era pasar un día en Bruselas antes de partir hacia Delhi, y así poder tomar unas cervecitas con Carlos. Bueno, llegué a Bruselas, tome el tren, cogí el albergue y me junté con Carlos en centro de Grand Place. Y mira que casualidad, se celebraba el día de la movilidad, por lo que Bruselas estaba abarrotada de gente y con un ambiente increible.

Despues de tomarnos unas patatas con mayonesa y una salchica, y ver los puntos de rigor del centro de Bruselas, nos fuimos al Delirium Cafe (thanks Aranzegi), un bar con una selección de 2004 cervezas de todo el mundo, y donde la cosa se alargo un poco y terminamos vaciando unas 5-6 jarras de cerveza. Hablamos de todo, de Aalborg, de política, de literatura (Sí, literatura!), viajes, la vida en general... La verdad es que estuvo bien, incluso llegamos a socializar con algunos españoles que se sentaron al lado nuestro. En resumen, un buen día.

Los problemas vinieron la mañana siguiente, cuando me tocaba coger el avión a las 10 de la mañana. Me desperte, me duche, desayune, y fuí a la estación a por el tren, donde, torpe de mi (dicese torpe del resacoso medio-dormido de turno), me monte en el tren equivocado.

Allí aparecí, en medio de la nada, en una especie de parking de trenes y yo solo. Menos mal que fué entonces cuando apareció una pica que me dijo que tenía que ir andando con ella (por las vías del tren) hasta la siguiente estación, coger otro tren, y luego volver.

Llegamos a la siguiente estación, y el tren debía aparecer en 5 minutos. Pasaron los 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos, y el tren no aparecía. Para entonces sabía que no llegaba al aeropuerto a tiempo, por lo que la pica (se porto muy bien la verdad) llamo a información y me consiguió el teléfono de los taxis.

Mientras yo llamaba al taxi, llegó el tren y la pica se fué en el. Para mi sorpresa, los taxistas no estaban dispuestos a venir a recogerme, por que al parecer, ellos solo trabajan DESDE el aeropuerto. Les ofrecí el doble de dinero, pero nada.

Pregunté a una señora de allí donde podría conseguir un taxi, pero no supo contestarme, y fue ahí cuando ya me desesperé del todo y me puse delante del primer coche que pasaba (Un negro con traje de colorines). Le dije que estaba desesperado y que le pagaría 20€ si me llevaba al aeropuerto (Que estaba a 2 kilometros, pero yo no sabía donde), dudó un momento, pero al final accedió.

Y pensaba que ahí terminaría mi aventura. Nada más lejos de la realidad.

Llegué al aeropuerto una hora antes de mi vuelo, y fuí a la consigna a por mis maletas. Estaba abierta.

Pregunté a un señor que andaba por ahí que como era eso, y me dijo que se los llevaban a una habitación al cabo de un tiempo, que tenía que llamar a un teléfono. Llamé y me dijeron que estaban en la otra punta del aeropuerto y que tardarían como 10 minutos en llegar. Casi lo mato.

El caso es que llegó, cogí mis maletas, y corrí lo más rápido que pude hacia la ventanilla de facturación. Llegué justo cuando estaban recogiendo y me dejaron facturar. El problema es que pesaron también mi equipaje de mano, y pesaba 10 Kg más de lo debido, pero que me cobrarían solo 5. Para entonces ya me daba igual, y le pregunte cuanto sería. 45€ me dijo.

Fuí a la ventanilla de pagos, me disponía a sacar mi billete de 50€, cuando me dijo que eran 225€!!! Le pregunté que como podía ser eso, que me había dicho el de facturación que serían 45€. Me contestó que sí, que eran 45€, pero 45€ por kilo. Saqué la tarjeta y pagué.

Monté en el avión y llegué a Delhi.
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Esto paso en Europa.